Josefa Nicolás Sánchez nos cuenta el duro trabajo que había en los años 50. Con tan sólo 11 años, ya se tuvo que ir a trabajar a la huerta y a una conservera de Aljezares, Gonzalez Palazón, para ayudar en su casa. Estuvo alternando esos trabajos hasta que cumplió 19 años y se casó.
Corte 1: "Mi padre trabajaba de sol a sol para mantenernos a mi y a mi familia, y todo el dinero que conseguía iba para ayudar en mi casa".
Antes de casarse, Fina, como le suelen llamar, tuvo que estar un tiempo destinada en Francia trabajando de "chacha" en hogares, haciendo todas las tareas de las casas. Fue muy duro para ella ya que sólo tenía 14 años.
Corte 2: "Tú imagínate, una cría de 14 años, fuera de su casa,... Con mis padres en España. Fue duro para mí".
Tras su regreso, volvió a ingresar en la conservera y siguió trabajando allí. Entonces fue cuando conoció al que es su marido, Juan Franco Jacobo. Su noviazgo empezó cuando ella tenía apenas 16 años. En aquellos tiempos empezar tan joven suponía tener a las madres encima cada vez que se veían. Si ellos querían hablar en su casa, tenía que estar su madre delante en la mesa, de manera que no podían darse ni la mano a no ser que fuera por debajo de la mesa y no lo vieran.
Corte 3: "Mi madre, una tarde que iba a salir con él y con dos amigos que también eran novios, me hizo subirme a la moto del novio de mi amiga y mi amiga ir con Juan. Para que no nos arrimáramos. Hay que ver como cambian los tiempos".
Antes se obedecía lo que los padres decían y un no, era un no. Ahora existe una libertad para mostrar lo que se siente en todo momento, a pesar de que muchos padres no lo vean bien. Sin embargo, Fina ya tenía el pensamiento muy moderno y si ella tuviera que volver atrás, aunque quiere mucho a su Juan afirma que si se volviera a casar no lo haría tan pronto.
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