La desconocida historia de la campana de Lorquí
Seguramente solo a unos pocos, incluso habitantes de la región,
les suena el nombre de Lorquí. Lorquí es un pueblo pequeño, de no más de 7.000 residentes,
pero con muchas historias que contar. Algunas, tan inusuales como la que vamos
a conocer hoy.
Para ello contamos con Lázaro Asensio, un trabajador de 56
años que conoce bien el pueblo donde nació y creció y nos contará de primera
mano la historia de la campana que no pertenecía a Lorquí y acabó absorbiendo
un rayo del cielo.
CORTE 1: “según
cuentan los mayores era una campana que iba destinada a Lorca pero por alguna
confusión con los nombres Lorca-Lorquí se quedó en Lorquí”.
Tras la confusión, la imponente campana de bronce lució y
resonó en la iglesia Santiago Apostol durante muchos años hasta que el caprichoso
destino, al igual que la trajo, la rompió en dos enormes trozos una noche del
88.
CORTE 2: “la torre de
la iglesia está a un callejón de donde vivía yo con mis padres. Fue una noche
de tormenta, yo tenía 26 años y justo cuando introduje la llave en la cerradura
para abrir la puerta de mi casa oí un ruido grandísimo”.
Lázaro cuenta también que tras el estallido no era capaz de
saber qué había pasado y que incluso vio afectados sus oídos.
CORTE 3: “se me
pusieron los pelos de punta, me asusté muchísimo y creo que me quedé hasta un
poco sordo. Me acuerdo que al entrar en mi casa me miré en el espejo de la
entrada y no me reconocía… Tenía la cara desfigurada, hablaba y no me escuchaba…
no sé si fue del susto o del estruendo tan grande”.
Tras el inoportuno suceso, se dice que la campana fue
transportada a una fundición donde consiguieron crear una nueva campana con el
material de la antigua.
CORTE 4: “según tengo
entendido el rayo partió la campana. Era una campana con muchísimos años y muy
grande, entonces lo que hicieron fue llevársela, refundirla y hacer una campana
nueva con los restos de esa. Lógicamente se ha quedado bastante más pequeña,
que es la que hay ahora”.
Sin duda no muchas campanas de iglesia podrán decir que han
pasado por tanto como la campana de Lorquí que sobrevivió al golpe de un rayo.
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