viernes, 2 de noviembre de 2018

Pepa Durá no piensa todavía en “jubilarse”


Tras un viaje que empezó hace ya más de 50 años, Josefa Durá– o Pepa, como cariñosamente se le conoce- acaba de regresar de Florencia, Italia. Acompañada de marido, hija y cuñada, comenta que tenía muchas ganas de ver esta ciudad de un país que le encanta. 

Nacida en Pinoso, Alicante, al sur de la Comunidad Valenciana, esta mujer de 72 años ha visitado una treintena de países, desde China a Argentina, pasando por destinos exóticos como Turquía o la modernizada Canadá. Viajar “mereció la pena”, nos cuenta. 

Corte de voz: “He aprendido mucho de viajar. No tenía conocimientos de la mayoría de cosas, porque tuve una educación muy pobre. Y el hecho de viajar me ha hecho abrir mucho la mente.”

Aunque reconoce haber perdido la cuenta, si tuviera que quedarse con una experiencia que le marcara, sin dudarlo se acuerda del Iguazú, las cataratas argentinas, que le hicieron sentirse en “el edén”, emocionarse al escuchar el sonido del agua y ver cómo decenas de mariposas de todos los colores se le posaban incluso en las manos.

Toda historia tiene un comienzo, y la primera aventura que Pepa experimentó fue de recién casada y en la isla de Mallorca, en 1967. Acababa de salir del pueblo, y comenzó su rebeldía nada más llegar al archipiélago: 

Corte de voz: “Lo primero que hice fue comprarme unos pantalones, porque en mi pueblo no era normal que las chicas llevaran pantalones.”

Más de medio siglo después, sigue tiene en mente continuar con su afición y no descarta retirarse. Si resulta económicamente asequible, espera estar en Austria esta primavera próxima. No da por hecho que sea el último, sentencia.

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