Tras un viaje que
empezó hace ya más de 50 años, Josefa Durá– o Pepa, como cariñosamente se le
conoce- acaba de regresar de Florencia, Italia. Acompañada de marido, hija y
cuñada, comenta que tenía muchas ganas de ver esta ciudad de un país que le
encanta.
Nacida en Pinoso,
Alicante, al sur de la Comunidad Valenciana, esta mujer de 72 años ha visitado
una treintena de países, desde China a Argentina, pasando por destinos exóticos
como Turquía o la modernizada Canadá. Viajar “mereció la pena”, nos cuenta.
Corte
de voz: “He
aprendido mucho de viajar. No tenía conocimientos de la mayoría de cosas,
porque tuve una educación muy pobre. Y el hecho de viajar me ha hecho abrir
mucho la mente.”
Aunque reconoce haber
perdido la cuenta, si tuviera que quedarse con una experiencia que le marcara,
sin dudarlo se acuerda del Iguazú, las cataratas argentinas, que le hicieron
sentirse en “el edén”, emocionarse al escuchar el sonido del agua
y ver cómo decenas de mariposas de todos los colores se le posaban incluso en las
manos.
Toda historia tiene un
comienzo, y la primera aventura que Pepa experimentó fue de recién casada y en
la isla de Mallorca, en 1967. Acababa de salir del pueblo, y comenzó su
rebeldía nada más llegar al archipiélago:
Corte
de voz: “Lo primero
que hice fue comprarme unos pantalones, porque en mi pueblo no era normal que
las chicas llevaran pantalones.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario