viernes, 2 de noviembre de 2018

El sueño de ser madre


Gervasia Andreo Navarro, de 55 años y residente en Murcia, siempre tuvo claro desde niña que quería ser madre. Quizás porque, como ella dice, la época en la que nació así lo dispuso para ella; o quizás no. Lo cierto y verdad es que Gervasia, Gervi para sus amigos, disfrutó de una infancia feliz, despreocupada, y en sus propias palabras “privilegiada”.

CORTE VOZ 1: “Mis padres se esforzaban mucho para que pudiéramos tener cosas que otros niños en ese momento no podían tener. Tuve una infancia llena de sorpresas”

Ser madre no fue fácil, en absoluto. Con 21 años le diagnosticaron endometriosis y la sometieron a dos intervenciones que la dejaron, literalmente “vacía por dentro”. Gervasia ya salía con su actual marido y el padre de sus dos hijas, el cual nos comenta que siempre estuvo a su lado consiguiendo que el bache fuese más llevadero. Se planteó adoptar, porque la gestación subrogada es para ella “pensar que un hijo es como una mercancía bursátil”.

CORTE VOZ 2: “Para mí el aborto y la gestación subrogada es una cosa muy complicada y delicada por lo que yo he vivido. La vida está muy desmitificada actualmente.”

Lo intentó igualmente, pues es una mujer de convicciones y fe férrea, pero tras un aborto a los 6 meses de embarazo la esperanza se desvanecía. Su primera hija, a la que así llamó (Esperanza), fue una bendición y el preámbulo de la segunda. Por eso ella misma se describe como “perseverante y con sentido del humor”, y por eso cree que la clave para ser feliz consiste en ser capaces de valorar lo que tenemos y no desear aquello que no podemos alcanzar. Aunque los techos se pueden romper, reconoce, y en su caso está más que claro.

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