Reinventarse
como única alternativa para evitar, o posponer, el cierre. Esta es la situación
que se ven obligados a vivir aquellos empresarios cinéfilos que luchan para que
sus negocios, los videoclubs, continúen viviendo. Y es que, en la Región, se
pueden contar hoy con los dedos de las manos.
En
los años 90, los títulos alquilados rondaban los 800 y, a pesar de la
desaparición del vídeo beta y la introducción del DVD, las cifras no dejaban de
subir. Actualmente, los números apenas
rozan la decena.
Lo
curioso es que, en el municipio murciano de Santomera, de apenas 16.000
habitantes, todavía siguen en pie dos de ellos: Hipervideo y Videoclub
Santomera. Sin embargo, Antonio Campillo, dueño del establecimiento Hipervideo, no puede negar
que tiene el fin cerca pero que en estos momentos no es fácil emprender otros negocios:
CORTE DE VOZ:
“La situación
económica cuesta mucho, la gente no tiene dinero y hasta que no haya no puedes
cambiar de negocio a otro que pienses que te vaya a funcionar mejor, porque
sino se haría. Mientras, seguiremos aguantándolo hasta el último momento."
Es
la situación que afrontan los empresarios que llevan más de 30 años en este
negocio y siguen dispuestos a resistir a plataformas como Netflix o HBO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario